lunes, 11 de abril de 2016

Experiencia del voluntariado

Esta semana, quisiera hablaros de mi experiencia como voluntaria en la residencia de mayores Hermanitas de los Pobres, situada en el paseo de Cánovas en Cáceres.
La propuesta de hacer un voluntariado nos la hizo Claudia, la profesora de la asignatura.
Mis compañeros y yo decidimos ir una tarde a informarnos sobre las tareas que podíamos desempeñar como voluntarios en la residencia de mayores. Aquella tarde, nada más entrar, conocimos a Sor María Dolores, una monja muy simpática que no dudo en atendernos con toda la amabilidad del mundo y enseñarnos las instalaciones y presentarnos a algunas de las personas mayores con las que trataríamos. El sitio y el recibimiento nos gustó tanto que no dudamos en empezar lo antes posible nuestro voluntariado.

Estuvimos yendo los Lunes y los Miércoles, durante 4 semanas. Al llegar subíamos a la primera planta a saludar a las señoras que conocimos el primer día, la mayoría estaban en silla de ruedas o tenían dificultad para manejarse por si solas, a pesar de esto, no perdían el sentido del humor y las ganas de hacernos reír con sus anécdotas. Posteriormente, bajábamos a la planta de abajo para servirles la cena a los mayores que eran más independientes. Había mayores que eran más simpáticos que otros, pero todos iguales de amables y atentos.

Sin duda, es una experiencia muy bonita, en la que te das cuenta de que a pesar de los años, las personas siguen guardando el cariño para dar a los demás. Estas personas me recordaban a mis abuelos, me siento afortunada de poder tenerlos a los cuatro y no dudo en aprovechar cada momento que estoy con ellos.

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